Y DE POSTRE... STRUDEL

El sábado casi al medio día, mi hija Cris me comenta que a organizado con sus amigos una paella, y que "porfa, porfa, porfa, le haga un postre", a buenas horas, que puedo hacer para ya y que este bueno, en eso que me acorde de un programa que veía en el canal cocina del excelente cocinero inglés Jamie Oliver, no se si lo conocéis...

es un chef súper práctico cocinando y con unas recetas muy fáciles de hacer, y claro me acorde de su receta de Strudel.

El Strudel es un dulce tradicional en toda la zona del antiguo imperio Austro-húngaro, pero se asocia tanto a la cocina austriaca como a la Alemana, Strudel significa remolino y eso es lo que es, un remolino de capas de pasta que se puede rellenar de lo que quieras, aunque el más conocido es el Apple Strudel, relleno de manzana, pero para mi, la gran ventaja que tiene este pastel es que lo haces con lo que tengas por la nevera y despensa, como fue mi caso de ayer.

Tenía un paquete de pasta filo, fundí un poco de mantequilla en el microondas, cogí un pincel de cocina para extender la mantequilla sobre la pasta, la bandeja del horno sobre la que puse un papel de cocina y puse una capa de pasta, le pincele la mantequilla y puse sobre ella otra y así sucesivamente hasta tres capas de pasta, luego extendí un poco de azúcar moreno sobre ella...

luego cogí una galletas, la que tengáis en la despensa y rompéis una cuantas sobre la pasta, esto le da un toque crujiente...

A continuación le ponéis la fruta que queráis, en mi caso le puse manzana y pera, que es lo que tenía en el frutero, y unos arándanos secos, pero otras veces he puesto plátano y queda buenísimo...

Algunos frutos secos, ayer pistachos...., y claro que no falte unos trozos de chocolate que se funden con el calor del horno y esta para morirse...

Lo espolvoreáis con un poco de canela y un poco más de azúcar moreno, también podemos poner azúcar avainillada o las semillas de una vaina de vainilla, pero a mi me gusta más con canela y con la manzana hacen muy buen tándem, a continuación lo envolvéis sobre si mismo formando una especie de salchichón y lo pintáis con mantequilla fundida para que en el horno se quede brillante y muy crujiente...

Si queréis un truco para que a la hora de enrollar el pastel no se desparrame todo el relleno por fuera, lo mejor es que dejéis sin relleno unos cuatro dedos de pasta de la parte superior, de esta forma nos servirá para sellar sobre si misma y no se sale nada.
Horno precalentado a 180º C y lo tenéis hasta que veáis que la pasta esta dorada, el tiempo depende del horno pero normalmente es alrededor de una media hora, la verdad es que yo siempre lo hago a ojo porque en esta receta es muy fácil ver cuando esta listo.

Y a comer que esta buenísimo y si lo bañáis con un poco más de chocolate fundido o con un poco de crema inglesa ya es el "sumum".

Fácil verdad??